Con un clima cálido y resguardada por verdes montañas, la ciudad de Gracias, en el departamento de Lempira, es uno de los más valiosos tesoros coloniales de Honduras, cuyos templos, alfarería y tradiciones religiosas cautivan a los visitantes nacionales y extranjeros.Uno de los sitios más hermosos es el Fuerte de San Cristóbal, fue una de las fortalezas coloniales de los españoles, situada en una loma, desde donde se puede apreciar una vista completa de la ciudad.La edificación fue construida en 1863, con adobe y ladrillo, sobre el cerro San Cristóbal y en la misma reposan los restos del gobernante hondureño Juan Lindo, cuya tumba está localizada en la parte norte del perímetro.Fue el general José María Medina el que ordenó levantar el monumento para tener un dominio visual de Gracias, facilitando así las labores militares de defensa, debido a su ubicación estratégica.
Así se contempla la ciudad desde uno de los agujeros de la fortaleza.Los muros del fuerte forman una especie de estrella con seis torreones en cada uno de los extremos y en su fachada se observan dos imponentes cañones de bronce que se trasladaron desde el castillo de San Fernando de Omoa.Viejos caserones Caminar por las calles empedradas de Gracias es como retroceder en el tiempo, pues los viejos caserones de tejas rojizas y coloridos jardines evocan su pasado glorioso, cuando en 1554 la ciudad se estableció como sede de la Audiencia de los Confines.Esta audiencia era la encargada de aplicar las leyes de España y representar los derechos de la Corona en los reclamos de tierras, indios, encomiendas e impuestos.La cercanía de minas de oro y plata en San Andrés y Sesenti, así como las plantaciones de nopal y jiquilite, en ese entonces, hicieron prosperar la ciudad, que llegó a tener alrededor de 40,000 habitantes. Una de las más importantes y antiguas viviendas que sobrevive al paso de los siglos es la de don Alberto Galeano Trejo y su familia, que data de 1905, donde la Cooperación Española creó el Centro de Interpretación "Casa Galeano, Muestra Cultural de la Colosuca".Colosuca es el nombre que lleva la mancomunidad conformada por los municipios lencas del centro de Lempira como Gracias, La Campa, San Marcos de Caiquín, San Manuel Colohete, San Sebastián Colosuca y Belén.La artesanía, historia y leyendas de estos pueblitos se encuentra atesorada en cada una de las piezas de la casona, que tiene diseños que aparentan aplicaciones de papel tapiz y están decoradas con murales neoclásicos, pintados a mano por el profesor Galeano.
El fuerte fue edificado para la defensa militar y allí está la tumba del gobernante hondureño Juan Lindo.
Numerosos turistas visitan la Casa Galeano, en la que se exhibe la cultura y el arte lenca.
Así se contempla la ciudad desde uno de los agujeros de la fortaleza.Los muros del fuerte forman una especie de estrella con seis torreones en cada uno de los extremos y en su fachada se observan dos imponentes cañones de bronce que se trasladaron desde el castillo de San Fernando de Omoa.Viejos caserones Caminar por las calles empedradas de Gracias es como retroceder en el tiempo, pues los viejos caserones de tejas rojizas y coloridos jardines evocan su pasado glorioso, cuando en 1554 la ciudad se estableció como sede de la Audiencia de los Confines.Esta audiencia era la encargada de aplicar las leyes de España y representar los derechos de la Corona en los reclamos de tierras, indios, encomiendas e impuestos.La cercanía de minas de oro y plata en San Andrés y Sesenti, así como las plantaciones de nopal y jiquilite, en ese entonces, hicieron prosperar la ciudad, que llegó a tener alrededor de 40,000 habitantes. Una de las más importantes y antiguas viviendas que sobrevive al paso de los siglos es la de don Alberto Galeano Trejo y su familia, que data de 1905, donde la Cooperación Española creó el Centro de Interpretación "Casa Galeano, Muestra Cultural de la Colosuca".Colosuca es el nombre que lleva la mancomunidad conformada por los municipios lencas del centro de Lempira como Gracias, La Campa, San Marcos de Caiquín, San Manuel Colohete, San Sebastián Colosuca y Belén.La artesanía, historia y leyendas de estos pueblitos se encuentra atesorada en cada una de las piezas de la casona, que tiene diseños que aparentan aplicaciones de papel tapiz y están decoradas con murales neoclásicos, pintados a mano por el profesor Galeano.
El fuerte fue edificado para la defensa militar y allí está la tumba del gobernante hondureño Juan Lindo.
Numerosos turistas visitan la Casa Galeano, en la que se exhibe la cultura y el arte lenca.
Estas máscaras propias del guancasco forman parte de la colección del Centro de Interpretación.
Las tejas de barro se pueden observar en la mayoría de casas del casco histórico de la ciudad.